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La Ola: De Estudiantes a Seguidores

Una película sobre un experimento social con alumnos

La Ola: De Estudiantes a Seguidores

¿Alguna vez te has preguntado si un régimen fascista podría resurgir en un país actualmente? La misma pregunta se expone en la película “La Ola”, donde Rainer Wenger, un profesor de instituto de Alemania, plantea un experimento social a sus alumnos cuestionando si en realidad podría volver a haber una dictadura fascista durante estos días. 

 

Al principio de la película el profesor Wenger tiene que enseñar durante la semana de proyectos del instituto clases sobre el fascimo. Plantea un proyecto en el que durante las sesiones estarán experimentando cómo es una dictadura, sin embargo, los estudiantes no se dan cuenta de ello. Acaban siendo un grupo llamado “la ola”. La intención principal del profesor es que esto se quede dentro del aula, pero, como bien predijeron algunos alumnos, como Karo, se acaba trasladando fuera del ámbito escolar y esto genera múltiples discusiones.

 

En general, la trama avanza de manera lenta, pues el desarrollo del experimento social tarda en llegar a su cierre y hasta casi la mitad de la película no se empieza a ver cómo afecta en realidad al comportamiento de los estudiantes.

 

Por otro lado, tanto los actores como el director han sido capaces de transmitir a la perfección las diferentes reacciones que pueden presentar cada persona. Además, el espectador es capaz de conectar  totalmente con cada uno de los personajes, sintiendo todo lo que experimentan de una forma muy cercana. Particularmente, el personaje de Tim, interpretado por Frederick Lau, consigue realmente contagiar sus sentimientos, y hace a los espectadores pensar realmente que está desequilibrado mentalmente.

 

“La ola” presenta un gran mensaje el cual aborda de manera adecuada el tema de las dictaduras y hace pensar al público cómo sucesos que creemos imposibles a la hora de resurgir, si se vuelven a dar esas condiciones y dependiendo del contexto, podría volver a suceder. También, nos parece curioso la manera en la que tan solo con un pequeño grupo de personas que comienzan un proyecto de clase pueden dar lugar a una pandilla e incluso implantan una forma de ver la vida llevándolo a un punto extremista.

 

Sin ninguna duda, el experimento ha conseguido que los espectadores nos concienciemos de que esto puede volver a ocurrir en estos días y de esta manera darnos cuenta por una vez más de los problemas que una dictadura conlleva.