American History X es una película de 1998, dirigida por Tony Kaye que relata la vida del neonazi Derek Viyard (interpretado por Edward Norton) y su hermano Danny Viyard, (representado por Edward Furlong). Durante la película se examinan temas como el racismo, la redención y las consecuencias del odio.
Desde joven los ideales de Derek habían sido fuertemente influenciados por su padre, transmitiendo una ideología que sitúa a la raza blanca como superior ante todas las demás. Este hecho se ve acentuado en la vida de Derek después del asesinato de su padre a manos de un hombre negro. De esta manera, empieza la historia de Derek como líder de un grupo neonazi. Esto le lleva a una radicalización de sus pensamientos y el incremento del uso de violencia. Años más tarde culmina cuando comete un asesinato a sangre fría contra unos hombres negros que parecía que iban a atracar su casa.
A partir de ese momento se empieza ver un gran desarrollo del personaje principal, pues la influencia de Lamont, un compañero de trabajo suyo en prisión, y de su antiguo profesor de historia, el profesor Sweeney, le hacen cuestionar si los pensamientos por los que ha regido toda su vida son realmente correctos.
Después de tres años en la cárcel, cuando se reúne con su hermano Danny se da cuenta de que su hermano pequeño ha seguido sus pasos y que las personas le respetan por el asesinato que cometió, cuando él lo único que desea es no tener nada más que ver con los nazis. Contándole su propia experiencia a Danny y con el trabajo (llamado American History X), que Danny tiene que hacer sobre Derek, consigue alejarlo de esos hábitos. Sin embargo, ya nada se podía hacer para evitar el trágico final, que ocurre como consecuencia al odio hacia la raza negra.
Personalmente, nos ha impactado la forma devastadora en la que está película trata los temas del racismo y el odio, tan presentes en nuestro día a día. No obstante, la película también nos da esperanzas pues podemos ver que aún hay potencial para un cambio. Derek no solo logra redimirse, sino que intenta arreglar el daño causado ayudando a su hermano.
Por último, la escena más impresionante para nosotras fue cuando Derek decide contarle a Danny su estancia en la cárcel, pues pensamos que es algo muy difícil para una persona contarle a su hermano pequeño todas las situaciones que ha pasado durante uno de los momentos más difíciles de su vida. Además, opinamos que durante la escena se captura de manera excelente el conflicto interno que tiene Derek, quien lucha con su culpa y arrepentimiento, mientras que intenta que Danny no entre en el mismo agujero negro. El uso de flashbacks en blanco y negro contrasta aún más la extremista vida de Derek antes de su encarcelamiento, con su nuevo yo.
Sin embargo, también incluye algunas partes que no nos han agradado tanto. Pensamos que la película es demasiado violenta y que si no se representasen escenas tan explícitas, podría ser apta para todos los públicos. Por otro lado, opinamos que tantos saltos en la línea temporal pueden provocar cierta confusión a los espectadores de la película.
En conclusión, consideramos que está película nos da una visión brutal del racismo, pero también sobre el perdón y el poder de transformación de uno mismo. Nos recuerda que, aunque las consecuencias del odio a veces sean inevitables, las acciones de una persona pueden cambiar cuando se reconocen los propios errores y se decide ser diferente.