Las playas del norte de España están experimentando una situación sin precedentes con la aparición masiva de carabelas portuguesas, una especie marina altamente peligrosa cuya picadura puede causar graves daños e incluso poner en riesgo la vida de los bañistas.
En las últimas semanas, numerosos arenales de Galicia han tenido que ser cerrados al público tras el avistamiento de estos organismos. En Oleiros (A Coruña), se retiraron 59 ejemplares de las playas de Santa Cristina, Bastiagueiro y Espiñeiro en un solo día. La playa de Riazor en A Coruña también se vio afectada, con la aparición de una treintena de carabelas que fueron rápidamente retiradas por las autoridades locales.
El caso más alarmante ocurrió en la playa de Abrela, en O Vicedo (Lugo), donde Roberto Pérez Míguez, de 42 años, sufrió una experiencia cercana a la muerte tras ser envuelto por una carabela mientras nadaba mar adentro. «Llegué a tener 260 pulsaciones por minuto, casi no lo cuento», relató Pérez Míguez, quien necesitó atención hospitalaria y aún se recupera de las secuelas.
