Caracas, 28 de junio de 2024 – Las elecciones en Venezuela, celebradas el pasado domingo, han desatado una grave crisis política y social en el país. Nicolás Maduro, candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se autoproclamó presidente tras un controvertido resultado que revela una polarización extrema entre el oficialismo y la oposición.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro habría obtenido el 51,95 % de los votos, mientras que el opositor Edmundo González Urrutia, candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alcanzó el 43,18 % con el 96,87 % de las actas escrutadas. Sin embargo, la oposición, liderada por María Corina Machado, asegura poseer más del 70 % de las actas, lo que pone en duda la validez del resultado.
Ante esta situación, numerosos países han solicitado las actas para confirmar los resultados. A pesar de las dudas, China, Rusia, Catar, Irán, Cuba, Siria, Bolivia, Nicaragua y Honduras han expresado su apoyo a Maduro, reconociéndose como presidente de Venezuela.
El conflicto escaló cuando, el 25 de julio, Maduro se proclamó oficialmente presidente, desatando protestas y acusaciones de fraude por parte de la oposición. En un giro dramático, el 8 de septiembre, Edmundo González huyó de Venezuela y solicitó asilo político en España, buscando refugio ante la creciente represión.
La situación en Venezuela continúa siendo tensa, con llamados a la comunidad internacional para que intervenga en la crisis y apoye un diálogo que permita restablecer la democracia en el país. La incertidumbre persiste mientras el pueblo venezolano enfrenta un futuro incierto.