Prejuicios que impiden descubrir un género musical y una cultura mundialmente conocida
No mucha gente conoce el K-Pop, así que os hablaré un poco de él. A principios de los años 90, surgió en Corea del Sur un género de música llamado “K-Pop”, el cual consiste en canciones melódicas combinadas con versos de rap, asombrosas coreografías y artistas con mucho carisma y belleza.
Fue a partir de 2016 cuando este género se dio a conocer por todo el mundo, principalmente gracias al grupo masculino BTS. Aunque cuando empezaron no eran populares, a día de hoy dominan todas las listas de charts de Estados Unidos, y agotan miles de entradas para sus conciertos.
En mi opinión, es un grupo especial y diferente al resto, ya que escriben sus propias canciones, las cuales tratan de temas con los que los jóvenes nos podemos identificar, como el amor propio, la salud mental, la presión de la sociedad…. Por esto y por mucho más es mi grupo favorito. Tienen alrededor de 50 millones de fans en todo el mundo, pero por alguna razón mucha gente los desprecia.
Cuando me hice fan de BTS, la mayoría de gente a mi alrededor se burlaba porque decían que “son chinos”, “parecen chicas”, “son gays”… Sí, estas son la clase de cosas que los fans de K-Pop oímos a diario. La principal razón por la cual la gente no les da una oportunidad es porque son asiáticos. En el momento en que puse un video de BTS en clase, algunos de mis compañeros dijeron que lo quitara, porque no querían escuchar a “los chinos de pelos coloridos”. Para mi no importa de dónde provengan, se trata de disfrutar la música. Otra razón de burla es por su ropa y su maquillaje. La gente suele burlarse diciendo que son demasiado femeninos, pero los ídolos del K-Pop llevan maquillaje y vestuarios coloridos justamente para romper con las barreras de la masculinidad tóxica.
En cuanto a mí, debo admitir que si hace un par de años me hubieran preguntado sobre K-Pop, hubiera dicho que lo odiaba. Un día escuché por casualidad una canción de BTS, y me gustó tanto que me puse a investigar sobre ellos. A la semana ya me hice súper fan de ellos, a pesar de haberles tenido manía durante tantos años. Gracias a su música empecé a interesarme por el baile y el idioma coreano, y a quererme a mi misma. También fue una oportunidad para hacer nuevas amistades.
En mi opinión, cada uno tiene sus gustos y no se puede obligar a alguien a escuchar un tipo de música, pero la mayoría de la gente juzga este género demasiado rápido, y si le dieran una oportunidad puede que acabase gustándoles.